El caldero o campo de cinabrio o Tan Tien es un centro energético. En la medicina tradicional china describen tres que corresponden a la forma, otros tres que tienen que ver con la función, y los tres que participan en la alkimia interior.  De estos, el Tan Tien inferior se encuentra por debajo del ombligo, el Tan Tien medio está en el centro del pecho y el Tan Tien superior, en el entrecejo. El primero tiene que ver con la energía sexual, el segundo con la esencia y el tercero, con la glándula pineal, centro de la clarividencia y la intuición.

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El arte chino tiene una relación con el cuerpo diferente a occidente. Lo pone bajo ropas, en personajes etéreos, casi transparentes. En vez de centrarse en la materia, ven un cuerpo recorrido por alientos vitales o energía que nunca cesa de circular.

 

Para los taoístas “el cuerpo alquímico reproduce la estampa del universo”. La representación más célebre está dada en la imagen de vuestra izquierda, estela que se conserva en el Falansterio de las Nubes Blancas. 

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En la parte superior, la cabeza está representada por la Montaña Kun Lun, símbolo de la culminación del Tao, en el caldero o campo de cinabrio superior. En este sitio residen las divinidades supremas del taoísmo –Lao zi y la  Reina Madre del Oeste–.

A la derecha hay un torrente que se descuelga por una serie de montañas –juntos simbolizan la columna vertebral y el Tou Mai, canal por donde circula la energía original–.

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Abajo hay un carro hidráulico cuyas dos ruedas son el sol y la luna. Lo mueven una niña y un niño –el yin y el yang–, para invertir el sentido de circulación del curso del agua y hacer que el aliento vital ascienda.

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Éste es el dibujo del paisaje interior  –Neijing tu–, del libro de la Corte Amarilla.

Destacan en él los tres campos de cinabrio, los tres desfiladeros de la espalda; el carro del río que invierte la dirección del aliento hacia el cerebro; el labrador que permite sembrar la semilla de la panacea, y los canales RM y TM, visibles sobre todo en la cabeza.
 

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